6 de febrero de 2011

Relaciones con los empleados y productividad.

Si ya no cabe duda de que las personas son el capital más valioso de la empresa y el mejor medio para alcanzar mayores niveles de competitividad, podemos aceptar entonces que el estado de las relaciones entre la empresa y los empleados en todos los niveles, determinará en alto grado la productividad de la empresa. Unas relaciones conflictivas conducirán en la mayoría de las ocasiones a una productividad mediocre, mientras que una buena relación distinguirá a las empresas más prósperas y competitivas. 

 No obstante la lógica impecable de esta afirmación, las buenas relaciones entre la empresa y los trabajadores considerados en su conjunto, es un capítulo aún no leído ni transitado por muchísimas empresas de la región. Las quejas. las demandas, las protestas, las huelgas, los comentarios en las oficinas o en los lugares de trabajo, nos cuentan historias diferentes: gerentes que consideran que el principal obstáculo para alcanzar las metas empresariales son los empleados y obreros sindicalizados. 

Gerentes que dedican una porción de sus energías a debilitar la posición del sindicato bajo la firme creencia que, al lograrlo, la productividad de la empresa como un todo, se acrecentará. Por su parte los trabajadores que sostienen que la intención de la empresa no es otra que la de “explotarlos al máximo” para luego quedarse con todos los beneficios, no aceptan de buena gana, o más bien rehuyen los intentos de parte de la empresa para conseguir una mayor productividad individual.

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